sábado, 13 de agosto de 2016

El primer robot agrónomo.

Quiero contar a las nuevas generaciones una historia centrada en uno de los momentos más inquietantes de mi vida. Ocurrió el  24 de junio del 2025 en la Bolsa de Cereales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:Presidente de la Bolsa de Cereales.

-Señores, los he reunido para presentarles al primer robot agrónomo. Tiene en vez del cerebro humano constituido por 89.000 millones de neuronas, uno similar formado por nanochips neurosinápticos interconectados (TrueNorth de IBM). Cada nanochip equivale a 1 millón de neuronas y 256 millones de sinapsis programables a través de 4.096 núcleos neurosinápticos individuales. Estos nanochips se pudieron hacer gracias al  proceso Samsung con sus 28nm (nanómetros) entre transistores lográndose la  cifra record de 5.400 millones de transistores en cada uno. El nanochip neurosináptico  integra a la capacidad de procesamiento matemático de las computadoras clásicas, equivalente al lado izquierdo del cerebro, con la capacidad de imitar el lado derecho, dónde impacta la información percibida por los sentidos, pudiendo procesar imágenes y la información recibida por una cantidad casi ilimitada nanosensores para responder y resolver complejas situaciones. El sistema logra hacer esto usando esa inmensa red de “neuronas” y “sinapsis”, similares a las que el cerebro humano utiliza para procesar la información recopilada de los sentidos, codificándola como patrones de pulsos circulantes en su interior, en vez de realizar cálculos matemáticos. El robot recibe información al instante de una red “nanosatétiles” de bajo costo (Ej.: el nasnosatélite argentino “fresco y batata” de la empresa Satellogic) sobre valiosos parámetros ambientales; de nanosensores distribuidos en el campo que le brindan información de las características y condiciones del suelo, humedad, nutrientes básicos, sustancias orgánicas, microbioma, condiciones de stress, grado de crecimiento y estado de los cultivos, etc. El puede manejar a voluntad una cuadrilla de drones capaces de fotografiar la superficie de los cultivos detectando e identificando plagas. También tiene capacidad para manejar una cuadrilla de robots “no pensantes” con posibilidad de llevar a zonas puntales nanopartículas para mejorar el crecimiento, evitar el stress, fijar nitrógeno, mejorar el consumo de fósforo; nanoesferas y nanocápsulas conteniendo fertilizantes, pesticidas y herbicidas necesarios en una zona definida en la cantidad adecuada y/o material genético para silenciar o editar genes. Puede trabajar las 24 horas utilizando paneles solares realizados con nanocristales capaces de alimentarse de día con la luz visible y de noche con la radiación infrarroja que fluye de la tierra y se refleja en las nubes. También cuenta con nanobaterías para casos de emergencia.  Puede manejar a distancia maquinaria agrícola no tripulada e interpretar y hacer ejecutar una compleja e integrada secuencia de tareas: la preparación del suelo, la siembra, la cosecha y el mantenimiento óptimo en los silos. Puede sugerir, en virtud de la información recibida y de su mega archivo, el cultivo, la semilla y el momento más adecuado de siembra; considerando no sólo variables técnicas, también el precio del mercado presente y proyectado y, las ganancias presuntas.  Realiza minuciosos informes en lapsos programados para enviarlos puntualmente a  teléfonos celulares preseleccionados. El robot ya fue validado por las  empresas de seguro y hemos logrado una importante disminución en la prima al minimizar riesgos.  Se lo que se están preguntando todos ¿Cuál es su costo? Si bien requiere una inversión inicial importante, el ahorro en salarios, optimización de los recursos utilizados, el rendimiento logrado y la calidad del producto permite amortizar la inversión en menos de un año. Se lo puede adquirir con el complemento de una serie de nanosensores “ambientales” capaces de detectar la concentración residuos tóxicos en el suelo, en el agua y en el aire y disparar acciones tendientes a minimizar las contaminaciones o de remediación. Seguramente me estoy olvidando de muchas de las tareas que el es capaz de hacer; sobre la mesa tienen  carpetas muy completas en lo concerniente a las cualidades del primer robot agrónomo…

A ustedes, jóvenes de las nuevas generaciones, todo esto les resulta hoy cotidiano y normal, pero traten de ubicarse en nuestra situación; tal vez lo más grave no fue ser desplazados por un robot, lo más preocupante era nuestra falta de conocimiento, muestra ignorancia nanotecnológica, tan lejana de la formación universitaria recibida. El desconocimiento tal vez nos llevo a subestimar su mcrecimiento exponencial y sus logros. Tengo que reconocer los maravillosos resultados obtenidos durante estos años gracias a los cuales todavía podemos percibir una interesante renta vitalicia. Mi mensaje final para ustedes y motivo central de esta pequeña historia: traten de mantenerse siempre en la vanguardia del conocimiento de vuestra generación. Que un nuevo avance, no los sorprenda.
Lecturas complementarias.    

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